domingo, 17 de noviembre de 2024

Escuela de Artes. Un sueño hecho realidad

 

Foto de Manuel Reina Moy

Ingresé en la Escuela de Artes, en el año 1980, de la mano del profesor Inocente

 Palacios, quién me facilitó el ingreso bajo el compromiso de estudiar y luchar. 

Él quería estudiantes activos, creadores, que no se quedaran callados. Testigo 

de excepción fue la secretaria de la dirección, Sra. Reina Malaver.

 

Inicié las clases en los galpones de Farmacia, donde funcionaba el ciclo básico.

 En ese momento, las menciones estaban por iniciar sus funciones académicas

 como ciclos especializados, ya que la Escuela solo tenía dos años de su 

fundación: 1978.

 

Era una escuela nueva, la cual muchos la criticaban, ya que, en su ignorancia, 

no querían entender o aceptar la creación de una escuela humanista diferente

 a las existentes en Venezuela. 

 

Con toda esa campaña prejuiciosa, todo aquel que se inscribiera en la Escuela 

era mal visto. Sin embargo, aquellos primeros estudiantes que se inscribieron y

 graduaron, manifestaron una confianza en sí mismos y en la institución; ellos 

participaron en la construcción de un proyecto único y original, que tuvo y 

tiene “su perfil humanístico, de reflexión, de análisis de la teoría y la praxis del

 hecho artístico y cultural, la investigación y la crítica...”.

 

En todo esto, hay que considerar el papel del profesor Inocente Palacios, 

hombre clave para la consolidación de la Escuela de Artes, “como la primera de

 su género en el país”. Es importante reconocer que su afirmación como Escuela

 constituyó un hecho cultural extraordinario de primer orden en el mundo

 venezolano y mundial. 

 

Este hecho fue así, de tal manera, que cuando llegó la declaración de la Ciudad

 Universitaria de Caracas como Patrimonio Mundial de la Humanidad por la 

UNESCO, en el año 2000 , la Escuela ya era mayor de edad, y dicho 

nombramiento nos convirtió en “el primer campus universitario en América 

Latina en recibir dicho honor”.

 

Hoy tenemos una cifra significativa de egresados, donde se conjugan seres 

humanos, creadores, críticos, autónomos, que permanentemente están en la 

búsqueda y construcción de nuevas propuestas; donde la utopía, los sueños, la 

imaginación no tienen límites, y donde el porvenir sea nuestro siempre, porque

 lo que antes era un sueño, hoy es una realidad.


Manuel Reina Leal.

 

Caracas, 10 de Noviembre 2024


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